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viernes, 1 de abril de 2011

Discurso para la Inauguración del Cónclave de El Calafate

Discurso para la Inauguración del Cónclave de El Calafate

Señores Suboficiales de la Nación
Compatriotas, Camaradas, Compañeros, Amigos…
“La Patria está en peligro” y “Solo la organización vence al tiempo” son las dos frases que dan marco político a nuestra razón de ser.
Estoy presente en este hito geográfico de la República Argentina representando al Consejo de Coordinación del Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos porque estamos unidos por más de 200 años de historia, más de cuatro millones de km2 de Patria y 40 millones de argentinos que nos miran esperanzados.
Decir Patria y decir unión es una redundancia necesaria para enfatizar el objetivo más profundo que nos motoriza para continuar impulsando este primer Congreso de Suboficiales, hoy por hoy, el grupo referencial mas vilipendiado y desprotegido, social y jurídico, de la Nación Argentina y el único en aptitud y actitud de salvaguardar sus más altos intereses, como rezaba el viejo y abolido Código de Justicia Militar, con el que se podía juzgar criminalmente la traición a la Patria..
¿Por qué elegimos la forma de congreso para buscar esa tan anhelada unión de todos los suboficiales, sin diferenciar Fuerza, Arma, Especialidad, idoneidad o color, una tarea ciclópea pero no imposible?
Los cuadros han sido dispersos después de la Guerra de Malvinas como una estrategia metodológica para profundizar la inoperancia y aumentar la confusión. Este proceso se amplifica entre los suboficiales por el silencio de los mandos y porque no existía, hasta el momento, un patrón común que, aunque no lo logre en su totalidad, por lo menos nos permitirá alcanzar la unión por aproximación a la pertenencia.
Muchas organizaciones sociales, mutuales, asociaciones, uniones, etcétera, han surgido buscando, perspicaz, en algunos casos, y pícaramente en otros, concentrar la mayor cantidad de adeptos posibles aprovechando, precisamente, esa confusión reinante. Pero se encontraron con una dificultad insalvable: No podían tener fines políticos, aunque hubo quienes se valieron de estas organizaciones para alcanzarlos en lo personal.
La forma republicana del congreso nos inserta metódicamente en la política superior y excluye los personalismos convergentes sobre la fracción partidista, mas interesada y, simétricamente, mas distante de la doctrina asimilada en tantos años de servicio. Somos seres naturalmente políticos, pero tratamos de tomar distancia de la segmentación personal y la bandería partidaria. No seguimos a un hombre ni adherimos a un partido político determinado aunque tengamos definiciones muy específicas al respeto.
En nuestra propuesta, el congreso es EN la Nación y lo iremos sustentando federalmente en los distintos cónclaves zonales o temáticos que vayamos organizando para escuchar todas y cada una de las voces de todos los suboficiales del País. Por esto decimos que no es un lugar sino una acción.
Buscamos que también sea metódico: Cada una de las opiniones presentadas, tanto en la permanencia de los cónclaves como de las comunicaciones individuales, serán evaluadas y derivadas a cada uno de los cuatros módulos en que nos hemos organizado, producto de las Jornadas Preliminares, realizadas como precedencia a la iniciación oficial del congreso el pasado 20 de noviembre.
Del trabajo de acopio de información en los cuatro módulos iremos, paulatinamente, enriqueciendo el Documento Inicial, el cual será la base dogmática del proyecto final elaborado por todos y cada uno de los suboficiales de la Nación Argentina, aunque haya pertenecido a una Fuerza provincial.
No queremos imponerles los temas ni que deliberen porque no es nuestra función ni el objeto del Congreso, sino orientar el debate ordenadamente sobre la problemática profesional, económica, jurídica y política del grupo social que representamos, integrado a la convivencia en una comunidad armoniosa para lograr la Nación que tuvimos: Económicamente libre, políticamente soberana y socialmente justa donde se reconozca una sola clase de hombre, el que trabaja.
También deseamos una organización de carácter empírica porque vamos haciendo “camino al andar”, como dijo Antonio Machado, ya que no existen precedentes de otra entidad de esta naturaleza, para este fin y con estos objetivos socioprofesionales. Planificación, acción, evaluación, corrección y exposición es la técnica adoptada para el desarrollo del trabajo grupal. ¡Claro que cometeremos errores!, pero serán pifies circunstanciales que acomete aquel que avanza hacia una meta determinada, del que está construyendo una obra monumental basándose exclusivamente en las necesidades operativa, las postergaciones sociales, las diferencias jurídicas y los mendrugos económicos.
Pretendemos que, los cónclaves, sean para el congreso lo que cada regimiento para un ejército, cada buque para una armada, cada nave para una aeronáutica. Lo denominamos así como podríamos haberlo llamado convención, asamblea o concilio. No es el cómo sino el qué lo que da valor intrínseco a la acción, sintetizado en la metáfora de generar una “oreja” para escuchar realmente la problemática de nuestro grupo postergado para proyectar una solución sustentable y articulable, convirtiendo al congreso en un estridente clarín ante el oído de todo los representantes del pueblo, porque, “mejor que decir es hacer” y “dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada”…
Hoy estamos aquí para escucharlos y dejar organizada la unidad operativa zonal que represente al todo, tanto nacional como provincial, una organización que opine como plenario, influya como asamblea y trabaje como sindicato. Y aquí abro un pequeño acápite explicativo:
No quisimos hacer un sindicato, no porque estemos en contra de ellos sino porque, además de quedar limitados en la acción que nos interesa, hubiésemos quedado condicionados para debatir en libertad sabiendo que no deseamos construir una herramienta que pueda utilizarse con un fin destructivo en el futuro.
Un sindicato de suboficiales, con el actual andamiaje jurídico, podría bienutilizarse siguiendo el fin intrínseco para el que fue creado o como fundamento de destrucción, aunque no tenga este objetivo. Ese sindicato sería, a no dudarlo, la herramienta para socavar y debilitar el ya demasiado endeble y enclenque sistema de Defensa Nacional que pretendemos sostener, o para mejor referirlo, la estocada final a las Fuerzas Armadas, corazón insoslayable en la estrategia geopolítica.
¿Alguien de los presentes puede imaginarse una asamblea de suboficiales en un casino reclamando un aumento de sueldo o la eliminación del Servicio de Guardia porque excede las horas de trabajo diarias que la Constitución indica?¿Pueden imaginar que, en plena navegación, un buque deba regresar porque superaron las 48 horas semanales de trabajo?¿Una huelga, un corte de calle o piquete antes de salir de campaña porque la mochila pesa demasiado? Los suboficiales no somos trabajadores de la Defensa Nacional ni de la Seguridad Interior y nuestro estatus jurídico se aproxima mas al del profesional que al trabajador. El tiempo traerá la definición exacta para la necesidad social planteada. Por esto también queremos escucharlos opinando…
Para finalizar esta alocusión quiero mencionar el motivo sustancial que balanceo positivamente la decisión de venir hasta aquí: Este cónclave, en este lugar, no solo pone la piedra fundacional de la incipiente organización que, con máximo esfuerzo, venimos gestando, sino, además, pretende sentar la firme voluntad de integrar, a la geopolítica estratégica Nacional, toda la extensión patrimonial sur, por heredad y por genética, de la Nación Argentina: La Patagonia, todas las Islas del Atlántico Sur y el sector Antártico, más de dos millones de Km2 que son indistutiblemente Argentina pero que, hay quienes todavía quieren discutir. La posesión territorial también incluye los recursos naturales, los navegables y su espacio aéreo. Estamos en el centro geográfico de la República Argentina y no en su extremos sur ni en el desierto.
Como excluyente y excelso valor agregado, mencionamos la inclaudicable abnegación y el espíritu integracionista del soldado argentino para concretar lo imposible, pruebas de ello, dos ejemplos antípodas e insignificantes para el actual conocimiento cibernético pero trascendentes y demostrativos de esta aseveración: Sin el esfuerzo, la entrega, y el desprendimiento del suboficial principal Julio Germán Muñóz adelantándose a la adversidad climatológica, nadie hubiese podido llegar al polo sur geográfico. Pocos conocen su hazaña, pero la concretó: Fue realmente el primero que pisó el Polo Sur Geográfico. La presencia del Consejo de Coordinación del CoNaSubAr en centro mismo del espacio territorial de la República Argentina, puede parecer no tener simetrías, pero tendrá para la geopolítica futura el mismo trascendente valor que la desconocida hazaña del extinto suboficial expedicionario al desierto blanco Julio Germán Muñóz, a quien brindamos nuestro humilde homenaje…
En nombre del Consejo de Coordinación del Congreso Nacional de Suboficiales Argentinos, dejo inaugurado el Cónclave de El Calafate para que, no solo acudan a él todos los hombres de buena voluntad que habitan el territorio de la Nación Argentina residentes en la Provincia de Santa Cruz sino que, a partir de hoy, la traza poligonal al polo austral tenga el color distinguible e inigualable de la irredenta enseña creada por don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y Peri, izada por vez primera en Rosario, a orillas del río Paraná, el 27 de febrero de 1812 por el Sargento del Ejército Don Cosme Maciel.